jueves, 24 de julio de 2008

Evangelio Segun San Lucas

Somos El grupo nº3
Micaela Scarrone
Melanie Grisetti
Anabelia Tortora
Agustina Cabrera
Magalí Fasanello
Maria Belen Graneros
Julieta Monteleone
TEMA: Evangelio Segun San Lucas.
El Evangelio fue redactado entre los años 70 y 80 D.C. Es anónimo, puesto que no está firmado. Se atribuye a Lucas, el «médico querido» al que alude Pablo de Tarso en su Epístola a los colosenses.
El autor del Evangelio es también autor de los Hechos de los Apóstoles. Ambas obras están dedicadas a un tal Teófilo de quien se ignora si es un personaje real, un nombre simbólico (Teófilo quiere decir 'amigo de Dios') o un pseudónimo.
De la lectura de ambas obras, puede deducirse fácilmente que el autor es un acompañante de Pablo (parte de los Hechos de los Apóstoles está redactado en primera persona del plural) y que no conoció a Jesús, pues, según su propio testimonio, fue escrito tras haber «investigado diligentemente todo desde sus orígenes» consultando con «testigos oculares y servidores de la palabra».
La atribución a Lucas de entre todos los discípulos de Pablo se basa en parte en que su Evangelio es el que utiliza más términos médicos.
Según la tradición, aunque Lucas nunca conoció a Jesús, tras su conversión al Cristianismo viajó a Roma, donde conoció a Pedro y Marcos. También conoció a María, la Madre de Jesús. Esto le permitió narrar en su Evangelio, numerosos hechos de la infancia de Jesús (como la Presentación del Niño en el templo) y muchos detalles de María (como la visita que hizo a su prima Isabel y su cántico, el Magníficat).
Su evangelio tiene una finalidad pastoral: su intención es la profundización de la fe, mostrando a Cristo como el Salvador de hombres y mujeres, resaltando su espíritu de misericordia.
San Lucas, es el autor del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles, en el que se narran los orígenes de la vida de la Iglesia hasta la primera prisión de Pablo en Roma. Lucas recibió la fe alrededor del año 40. Ninguno de los dos conocieron a Jesús durante su vida en la tierra. Sin embargo Lucas supo escribir cuidadosamente guiado por el Espíritu Santo, lo que escuchó de los testigos oculares. Es el único que narra la infancia de Jesús y el que trata mas sobre La Virgen María. Quizás porque ella misma le instruyó en Efeso.
Lucas escribe para el mundo gentil. Resalta el aspecto universal de la redención. La predicación a todas las naciones, comenzando por Jerusalén (Cf Lc. 24, 46-47). El está conciente de los peligros de la legalidad judía, las herejías y la frivolidad pagana. Su Evangelio muestra una atención especial hacia los pobres, los pecadores arrepentidos y hacia la oración.
Lucas nace de padres paganos en Antioquia y es el único escritor del Nuevo Testamento que no es israelita. Es de cultura griega y dirigió su mensaje a gentiles cristianos. Estaba muy bien educado en la literatura y era médico.
San Lucas fue discípulo fiel de San Pablo quién lo describe como "Lucas, el médico querido" (Col 4,14). Desde su prisión de Roma Pablo dice a su discípulo Timoteo: «Lucas sólo queda conmigo». San Juan Crisóstomo le llamó: «Incansable en el trabajo, ansioso de saber y sufrir, Lucas no acertaba a separarse de Pablo».
En los Hechos de los apóstoles, Lucas se incluye en los viajes de San Pablo: "fuimos a... navegamos a..." En uno de esos viajes se embarcaron desde Troas a Fenicia. Otro viaje los llevó desde Fenicia a Jerusalén. Mas tarde fueron juntos a Roma, en cuyo viaje sufrieron naufragio y otros peligros.
Según la tradición murió mártir en Acaya, colgado de un árbol. Sus reliquias se encuentran en la Basílica de Santa Justina, Padua, Italia. Estudios conducidos allí en 1998 concuerdan con los datos sobre San Lucas conocidos por la tradición.
Patrón de: artistas, doctores, cirujanos, solteros, carniceros, encuadernadores, cerveceros, escultores, notarios...
Representado con: libro, novillo alado, médico, pintando ícono de Nuestra Señora.Según la tradición fue también pintor de la virgen.
Va dirigido a los gentiles o paganos y a los judíos, a cristianos llegados del paganismo, y escencialmente para los griegos, amantes de la belleza.
Lucas nos muestra a Jesús como el Señor. Para Lucas, Cristo es el verdadero Señor. El único en quien vale la pena creer, el único que salva; el único que en la situación desesperada de la vida puede dar sentido a la existencia.
Él es el Salvador. Pero su salvación no se realiza desde el poder ni desde el tener, ni tampoco desde la apariencia deslumbrante. Jesús es el Señor que salva actuando desde la misericordia y la ternura con los pobres y los débiles.
La misericordia, a diferencia de la lástima, es la capacidad de entregar algo de mí mismo a la pobreza del corazón del hermano para que éste crezca en humanidad. Así es como actúa siempre Jesús: al corazón pobre de la pecadora, Jesús le entrega el perdón; a la mirada deshecha de Pedro en las negaciones, Jesús la llena con el consuelo; el sufrimiento desesperado del buen ladrón en la cruz el Señor lo colma con la certeza del reino.
Cristo, el Señor, que libera desde la misericordia, se caracteriza, especialmente en este evangelio, por una actitud constante de plegaria: el contacto permanente y fiel con el Padre. En los momentos cruciales de su vida el evangelio nos muestra a Jesús en actitud de profunda oración.
Destaca también en este evangelio la relación del Espíritu con la persona de Jesús: es el hombre del Espíritu
Este evangelio se llamo "EVANGELIO SEGUN SAN LUCAS" porque fue creado por LUCAS uno de los apóstoles que acompaño a Jesús en todo su camino hasta la muerte.
Insiste en el llamado del ángel que proclama el nacimiento de Juan Bautista, quien fue predicador de la palabra y experiencias de Jesús
Un aspecto importante que san Lucas pone de relieve es el hecho de que la palabra de Dios también crece y se consolida misteriosamente a través del sufrimiento y en un ambiente de oposiciones y persecuciones (cf. Hch 4, 1-31; 5, 17-42; passim). La palabra que san Lucas indica está llamada a transformarse, para cada generación, en un acontecimiento espiritual capaz de renovar la existencia. La vida cristiana, suscitada y sostenida por el Espíritu, es diálogo interpersonal que se funda precisamente en la palabra que nos dirige el Dios vivo, pidiéndonos que la acojamos, sin reservas, en la mente y el corazón. Se trata, en definitiva, de convertirse en discípulos dispuestos a escuchar con sinceridad y disponibilidad al Señor, siguiendo el ejemplo de María de Betania, que "eligió la mejor parte", porque, "sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra" (cf. Lc 10, 38-42).